martes, 4 de agosto de 2015

Brezo cantábrico Daboecia cantabrica

El brezo cantábrico o brezo vizcaíno Daboecia cantabrica (Hud.) C. Koch, de la familia de las ericáceas, es una de las variadas especies que forman parte de nuestras formaciones de brezal, y una de las más reconocibles. Se trata de una mata subarbustiva que crece hasta 35 cm. de longitud si está aislada, o el doble si puede apoyarse en alguna planta vecina. Los tallos son débiles, leñosos en la base, decumbentes, y las flores nacen en su parte terminal, en número variable. de 3 a 12, agrupadas en racimos apretados y desprovistos de hojas.



La flor de este brezo, como el de otros muchos, presenta una tonalidad violácea o purpúrea, raramente blanca. Cuelgan de un pedúnculo corto, y la corola tiene una bonita forma de olla o ánfora (urceolada), con ocho estambres y el ovario en su interior. El cáliz consta de 4 sépalos agudos.





Las hojas de este brezo son un rasgo importante para reconocerlo. Son persistentes, de tamaño variable, y contorno lanceolado, incluso entre oval y elíptico. Por el haz tienen un tono verde oscuro y brillante, mientras que en el envés son blanquecinas y están cubiertas de un vello muy fino. Los bordes están algo enrollados.

El brezo cantábrico presenta un área de distribución muy restringida alrededor del mar que le da nombre, ya que se limita al N y O de la Península Ibérica, O de Francia y O de Irlanda, en Inglaterra parece estar naturalizada. En Asturias es frecuente, formando parte como ya comenté del cortejo florístico de varios tipos de brezal, desde el nivel del mar a la montaña. En mi opinión prefiere las zonas más sombrías dentro de estos brezales. Florece de junio a octubre.


Las fotos se tomaron en el concejo de Nava en el mes de julio.





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