jueves, 12 de febrero de 2015

Falso azafrán Romulea bulbocodium

Las especies del género Romulea, de la familia de las iridáceas, son similares a los azafranes. Son hierbas de tamaño pequeño, perennes y bulbosas, con unas flores actinomorfas, erectas, sésiles o cortamente pediceladas. Casi todas las especies son africanas, aunque unas pocas se desarrollan en Europa. Entre ellas se encuentra Romulea bulbocodium cuyas flores, que están entre los más grandes del género, son por lo general lila azulado con un centro amarillo.






Aunque hay pocas especies en Iberia, se diferencian en muy ligeros detalles. Por ejemplo debemos fijarnos si las ramas estilares sobrepasan a las anteras, en esta especie lo hacen, aunque por poco. Los seis tépalos de la flor miden entre 2 y 3,5 cm, son elípticos a oblongos u oblongolanceolados.








También debemos fijarnos en las brácteas. Estas son siempre dos, enteras, y se disponen en la base de la flor ocultando al ovario, una externa y otra interna, a esta se la denomina bracteola. En esta especie la bráctea mide entre 10 y 20 mm, y la bracteola es tan larga o ligeramente más corta que la bráctea y de un color ferrugíneo.








En el género Romulea las hojas aparecen a la vez que las flores, a diferencia de otras iridáceas. Estas hojas, que sobrepasan largamente el tallo, son largas y finas, de 70-300 x 0,7-2 mm, de erectas y ascendentes a curvadas, reflexas y procumbentes.





Vive en pastos y roquedos soleados y bien drenados, a menudo en sustratos ácidos o descarbonatados. Se encuentra en el sur de Europa, N de África y SO de Asia. Se distribuye por casi toda la Península Ibérica, más frecuente en la mitad oeste. En Asturias no es frecuente, encontrándose sobre todo cerca del litoral.


Como curiosidad, el epíteto genérico de este género, Romulae, está dedicado a Rómulo, uno de los gemelos fundadores de la ciudad de Roma. Esta especie florece muy pronto, en algunos lugares ya a finales de enero, hasta abril. Las fotos se tomaron en el concejo de Gozón en el mes de febrero.



































4 comentarios:

  1. Hola José Antonio, Me encantan estas pequeñas florecillas que no sabia como se llamaban, en mi aldea también las hay. Un abrazo. Las fotos te quedaron preciosas.

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    1. Muchas gracias Lola, la verdad es que de pequeñitas y pegadas al suelo pueden pasar desapercibidas pero son preciosas. Un abrazo

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  2. Preciosa entrada, magníficas fotos a las que acompaña un esclarecedor texto. Enhorabuena por este magnífico post.

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    1. Muchísimas gracias Enric, todo un halago. Siempre busco que las fotos acompañen al texto. Un saludo

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