La hierba de San Antonio, o adelfilla pelosa Epilobium hirsutum L., pertenece a la familia de las onagráceas. Dentro de las adelfillas, que es cómo se denomina popularmente a las especies del género Epilobium, destaca por su notable porte, ya que puede alcanzar los 150 cm, y por estar dénsamente cubierta por un vello suave, como se trasluce de su apelativo específico, hirsutum.
La flor es de un bonito tono rosa púrpura oscuro, con 1,5 - 2,5 cm de diámetro. Posee 4 pétalos hendidos y 4 pétalos erectos y puntiagudos; 8 estambres y un estigma de color crema, que además está tetralobulado.
Las hojas son bastante estrechas, opuestas, de forma lanceolada a oblonga, puntiagudas y con los dientes curvados hacia delante. No tienen peciolo y la parte basal abraza ligeramente al tallo.
La adelfilla pelosa es una planta robusta y algo ramosa, perenne. Suele formar ramales en los pantanos y bordes de corrientes, que forman su hábitat natural, ya que es una especie típica de ecosistemas con algo de humedad (acequias, riberas fluviales, etc.)
Es una especie que se reparte por toda Europa, más escasa en el extremo norte. Posee ciertas propiedades medicinales, para el tratamiento de problemas prostáticos; su uso más extendido es el externo para el tratamiento de las dermatitis, faringitis, problemas bucales o heridas superficiales.
Florece entre junio y agosto. En Asturias es relativamente frecuente. Las fotos se tomaron en el concejo de Gozón a finales de junio.
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