Hiel de la tierra Centaurium erythraea

La hiel de la tierra o centaura menor Centaurium erythraea Rafn. es una especie de la familia de las gencianáceas de carácter anual o bianual y de 10 a 60 cm de porte. Se caracteriza por tener un tallo ramoso por arriba con flores rosadas en grupos densos, en una inflorescencia bastante plana.

Las flores tienen un pedicelo muy corto. La corola es tubular con 5 lóbulos extendidos a lo largo del tubo, presentando una clara simetría radiada. Tiene un cáliz de lóbulos lineales, más corto que la corola.











Las hojas de la roseta son abovadas a elípticas, con 3 a 7 nervios; mientras que las hojas caulinares son mucho más pequeñas y estrechas, a menudo agudas y con tres nervios. Como es típico en las gencianáceas, las hojas del tallo son opuestas.

Esta especie es toda una joya de la farmacopea. Toda la planta posee un glucósido muy amargo, la eritrocentaurina, que presupone el origen de su nombre común "hiel de la tierra". Por ello se toma como tónico amargo para estimular el apetito. También se emplea de ayuda en las enfermedades hepáticas y biliares, así como en la diabetes. Se utiliza en cosmética; su infusión sirve para teñir el cabello de rubio. Tiene propiedades antiparasitarias. Quizá por ello en la Edad Media se consideraba que esta planta protegía contra demonios y brujas.

Es una planta que se presenta en toda Europa, salvo el extremo norte. En Asturias es típica, aunque no exclusiva, de sistemas dunares, y se puede extender a lugares herbáceos de zonas próximas a la costa. Curiosamente ocupa los mismos hábitats que otra gencianácea, la centaura amarilla Blackstonia perfoliata, y he podido comprobar que en muchas localidades se las puede ver asociadas.

En Asturias no es escasa. Las fotos están realizadas en el concejo de Gozón en el mes de julio.