El cenizo Chenopodium album L. es una especie de la familia de las quenopodiáceas. Por tanto el género al que pertenece caracteriza a la familia. Se trata de una planta anual que puede alcanzar el 1,5 m de altura, de color verde oscuro y con un tinte farináceo, lo que le confiere un aspecto blanquecino, de ahí su epíteto específico de album.
Las flores son verdes y se disponen en espigas densas que salen de las axilas de las hojas. Por lo general son dimórficas, ya que las terminales son masculinas o hermafroditas, y las laterales femeninas. Las hojas son por lo general romboideas, aunque pueden variar, y dentadas.
El cenizo es una de las plantas habituales de las tierras baldías, creciendo también junto a los cultivos. Por eso es considerada una mala hierba en la actualidad. Sin embargo se trata de una verdadera joya culinaria, ya que contiene gran cantidad de beta carotenos, calcio y proteínas, (además de otros nutrientes como vitamina C, riboflavinas, etc.) bastante más que la acelga o las espinacas cultivadas, de las que es pariente. Por eso antiguamente formaba parte de la dieta tradicional en muchos lugares.
Se pueden consumir las hojas cocidas, como las espinacas; o cocinar las semillas junto con otros granos como por ejemplo el arroz. Pero hay que tener cuidado. Hay que asegurarse de que están bien limpias, ya que el cenizo es una planta con gran capacidad de absorción y que puede retener y concentrar los contaminantes o el exceso de nitrógeno del suelo en sus hojas.
Está planta florece de julio a octubre y está muy extendida a todos los niveles. Tolera terrenos muy pobres y contaminados, siendo una planta pionera. Las fotos se tomaron en el concejo de Gozón durante el mes de agosto.
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